Preparación para Concursos Internacionales de Canto

En esta oportunidad querría compartir con Ustedes vídeos de las arias que cantara la soprano Virginia Wagner en el Concurso María Callas de la Ciudad de Parma (Italia) el cual finalmente ganó.

Yo fui su Maestro Preparador para este concurso. Con mucha dedicación me brindé a su preparación musical, estilística e interpretativa (y ciertas correcciones técnicas) y cuando me llamó desde Italia para comentarme que había ganado el máximo premio, me invadió una profunda alegría.

Aquí el aria «Arrigo! ah parli a un core» de la Ópera «I Vespri Siciliani» (Giuseppe Verdi)

 

Aria «È strano…Sempre libera» de «La Traviata» (Giuseppe Verdi)

Preparación de Cantantes para Concursos Internacionales

www.maestroronaldorosa.com

La fuerza vital de una Gran Diva

Zita Fumagalli Riva

Un día, corriendo por el andén para tomar el tren que iba de Milán a Turín – en donde estaba dirigiendo Cavalleria Rusticana – me encuentro con la célebre cantante Zita Fumagalli Riva – una de las más grandes sopranos de Pietro Mascagni -. Corría a mi lado por el andén. Al vernos me saluda y me dice: -¿sabe usted Maestro cuantos años tengo? No- respondí. -Tengo ochenta años.- Corría incluso más rápido que yo. Murió de 106 años. No sólo fue una gran cantante sino tambien una gran Maestra de Canto. Entre sus alumnos contamos con la soprano Raina Kabaivanska, otro célebre diva. En su paso por la Argentina, una muy joven Zita, cantó el rol de Micaela de Carmen (Bizet) en el viejo Teatro Argentino de La Plata, años de oro del teatro.

Zita Fumagalli Riva y Tito Gobbi fueron mis verdaderos maestros de canto.

De regreso en Milán, y después de los consejos que me diera sobre la expresión de la Cavalleria,  que ella había recibido, a su vez, del mismo Mascagni (su autor), me dice: -¿Vamos a comer algo Maestro?- Así terminamos comiendo porotos con chorizos guisados…a las 12 de la noche!!!!

En fin, gente de otra época.

Zita Fumagalli Riva

Un giorno in furia e fretta, ero di corsa assieme alla Signora Zita – come si faceva chiamare – per salire sul treno che andava da Milano a Torino, dove dovevo dirigere Cavalleria Rusticana. Zita era stata una dei soprani preferiti di Pietro Mascagni. Mentre correva mi disse: -sa Maestro quant’anni ne ho? No,- risposi. -Ho ottant’anni compiuti-. È morta a cento sei anni.

Non solo era stata una grande cantante, se non che una grande Maestra di Canto. Tra i suoi allievi più riconosciuti si trova Raina Kabaivanska.
Zita Fumagalli Riva e Tito Gobbi furono i miei veri Maestri di Canto.

Di ritorno a Milano, dopo i consigli che mi desse Zita sulla Cavalleria Rusticana, che lei stessa ricevette da Pietro Mascagni, mi disse: -andiamo a prendere un boccone Maestro?- siamo finiti a mangiare fagioli e salsicce in guazzetto a mezza notte inoltrata.

In fine, gente della stoffa d’altri tempi!

La expresión perfecta sobre la palabra cantada

El Maestro Giuseppe Valdengo

Encuentro esta anécdota muy valiosa para abordar la cuestión de «La expresión perfecta sobre la palabra cantada» –  que siempre enseño a mis alumnos -.
Recuerdo una conversación con el gran barítono Giuseppe Valdengo, en la cual me comentaba sobre su encuentro con Arturo Toscanini, cuando se presentó con el Maestro a estudiar el rol del Germont de La Traviata.
Valdengo inicia con la frase  «Madamigella Valery…» y Toscanini, dejando de tocar el piano, le pregunta: -¿Usted es padre?
No-responde Valdengo.
Toscanini le contesta: -Se ve y se siente.-

Con el tiempo llegó a ser uno de los más grandes Germont del mundo.

L’espressione perfetta sulla parola cantata

Mi ricordo benissimo d’una aneddoto che mi raccontai Giuseppe Valdengo e che sempre dico a modo di esempio per i miei allievi.
Valdengo doveva preparare con il Maestro Arturo Toscanini il Germont di La Traviata di Verdi.
Inizia con la frase «Madamigella Valery»… e Toscanini lasciando di suonare il pianoforte, disse a Valdengo: -Lei è padre? No,- rispose Valdengo. Allora Toscanini disse: -si vede e si sente.-
Questo è l’esempio più chiaro dell’importanza della parola associata all’espressione per capire perfettamente il Melodramma. In quei tempi i Maestri si occupavano  della perfezione assoluta dell’Opera.

Col tempo il Valdengo divenne uno dei più grandi Germont del mondo.